De Madrid al Cielo

Allá por el año 1980 cantaba el maestro de Úbeda, Joaquín Sabina, su canción «Pongamos que hablo de Madrid«, incluida en el disco «Malas compañías».
La ciudad donde se cruzaron los caminos…de los componentes de Misedades, que se conocieron de la forma más rocambolesca que uno pueda concebir.
Donde uno se refugia entre el gentío, buscando el anonimato y la fama a la vez.
La sola y solemne ciudad que Pablo Neruda retrata en plena guerra civil, la patria para Tirso de Molina, ingenio sutil para Calderón de la Barca, un cementerio para Dámaso Alonso, el rincón favorito de Pereza, la ciudad sin silencio para Loquillo, la casa de Ismael Serrano…y la nuestra y la de tantos otros.
Pero no es fácil para todo el mundo adaptarse a esta ciudad, a este modo de vida, cuando llegas con la boina calada y el «sálvese quién pueda» por bandera, que tan bien refleja Sabina (Yo me bajo en Atocha).
Y una vez la amas, estás perdido…no puedes vivir sin ella.
Para nosotros, Madrid es muchas cosas; lo dicho por cantantes, escritores y poetas. Pero, sobretodo, lo que aún está por descubrir. Especial y diferente para cada uno de nosotros.
Es por eso que hacía tiempo que queríamos homenajear a la ciudad que nos vio nacer (a la mitad de los componentes de Misedades y a Misedades como proyecto).
Esta ilustración refleja un sentimiento que nos provoca pasear por sus calles: asombro

Ilustración de Misedades -De Madrid al cielo-

Bolso con la ilustración -De Madrid al cielo-

«Adiós, Madrid; adiós tu Prado y fuentes que manan néctar, llueven ambrosia…» (Miguel de Cervantes, Viaje del Parnaso, 1614)

Sed felices 😉

@Misedades
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